Iniciamos la Jornada con un profundo momento de oración matinal, dirigido por nuestro Asesor Nacional Padre Carlos Anselmo Espinoza y así fortalecer el ejercicio de la Liturgia de las Horas. El trabajo se centró en el conocimiento del Evangelio de San Marcos; desde el comienzo descubrimos que debe haber un centro que organice mi vida, y ese es el evangelio; y San Marcos nos invita a un encuentro con Jesucristo que acoge, que ejercita el perdón, que nos habla, nos enseña y nos hace más fraternos. Aprendemos que este Evangelio fue el primero en escribirse, aunque aparece en segundo lugar en la Biblia, además de inspirador de los escritos de San Mateo y San Lucas, es aquel que presenta a Cristo como el “Hijo de Dios” y el Mesías o enviado de Dios. Esta jornada de formación, la primera, nos ayuda a conocer a este evangelista que escribe con un estilo propio, con un lenguaje comprensible y cercano, que en esos mismos escritos nos hace comprender que la Cruz no es cualquier cosa mostrándonos una nueva manera de asumir la vida de Jesucristo.
Finalizamos la jornada sabiendo que la meta de la Fraternidad Laical Mercedaria en este periodo es fortalecer el encuentro con Jesucristo a través de la lectura personal y comunitaria del Evangelio de san Marcos, esta es la tarea que cada uno de los asistentes se lleva a sus comunidades y allí trabajar en el logro de lo propuesto con todo el equipo local, la experiencia vivida durante esta jornada nos ayudará a enfocarnos en un solo espíritu, el de Cristo Redentor y una sola caridad, la de Dios nuestro Padre; vivir el amor de Dios nuestro Padre y dejarnos conducir por el Espíritu Santo requiere el amor profundo de nuestra Madre, María de la Merced.
Asistentes: Doris García, Freddy Colina, Jaime González, Guillermo García, Juan Pablo Mena, Antonio Reyes, Fabián Rojas, María Angélica García, Ingrid Inostroza, Betty Aguilera, Victoria Leyton, Auristela Toro, Ana Julia Orellana, Paulina De La Carrera y el asesor Nacional Padre Carlos Anselmo Espinoza.